La importancia de la seguridad en los castillos hinchables

Decenas de veces hemos escuchado cómo se producen trágicos accidentes en castillos hinchables infantiles. La mayoría responde a razones técnicas, como equipamientos que, por un mal anclaje o un pésimo diseño, además de por las reiteradas negligencias cometidas por las empresas contratantes que no cumplen con los mínimos estándares de seguridad, ponen en peligro la integridad de los menores.

En 2022, en Mislata (Valencia), un castillo hinchable se elevó varios metros sobre el suelo y dos menores de edad fallecieron al salir despedidos. Este año, en agosto, en Torrejón del Rey, una niña de 12 años también sufrió un accidente grave debido a una situación similar. En ambos casos coincidieron fuertes rachas de viento y un deficiente –o inexistente– sistema de anclaje o contrapeso de los equipos.

Revisar la prensa de los últimos años genera una duda lógica para muchos padres y madres que quieren alquilar un hinchable para sus hijos: ¿son realmente seguros? La respuesta, como siempre, puede ser ambigua. Sí… y no. No cuando las empresas que organizan los eventos infantiles no cumplen con las estrictas normativas de uso. Sí cuando las empresas contratantes tienen en regla todas las certificaciones de construcción de sus equipos, invierten en estrictas –y costosas– revisiones de ingeniería anuales y cumplen con la legislación europea vigente. En ese caso, son 100% seguros.

Pongamos los ejemplos contrastados de un parque de atracciones y una feria improvisada de unas fiestas populares. Sin bien los primeros cumplen con normativas, revisiones periódicas y cuentan con una gran financiación para mantener sus equipos renovados, engrasados, bien provistos técnicamente, los segundos, muchas veces, cuentan con equipos de segunda mano o sin certificaciones técnicas, la mayoría producidos en países con materiales de bajo coste, como China o India. ¿Cuál de los dos es más seguro? La respuesta es más que evidente.

Insistimos: los parques hinchables son absolutamente seguros cuando las empresas cumplen con las normativas vigentes. Abania jamás ha registrado un solo incidente en más de 20 años, a pesar de haber operado en condiciones climatológicas adversas.

Cosas a tener en cuenta para la seguridad en castillos hinchables

Todas las historias aterradoras que han saltado a la prensa son una advertencia para los organizadores de eventos: debemos poner aún mayor énfasis en la seguridad. Los tristes ejemplos relatados sirven para entender que, al organizar un proyecto –especialmente uno infantil–, no basta con garantizar la seguridad en el momento de la ejecución del evento. La tarea del organizador es velar por la seguridad de forma preventiva y contar con planes de emergencia en caso de que ocurra un imprevisto.

Siempre se deben considerar factores como los fuertes vientos, que pueden provocar accidentes graves; las tormentas, que pueden ocasionar resbalones; el calor extremo, que puede generar mareos o golpes de calor en niños y adultos o quemaduras si los equipos están mucho tiempo al sol. Para ello, es imprescindible consultar el parte meteorológico del día y prever alternativas en caso de que las condiciones climáticas compliquen la realización del evento.

Que existan vientos lo suficientemente fuertes como para levantar un hinchable no es habitual, pero si los equipos no están bien anclados al suelo o carecen de contrapesos adecuados para evitar desplazamientos indeseados, estos pueden salir, literalmente, volando.

Por ello, resulta fundamental confiar únicamente en empresas que cumplan con la normativa y educar a los usuarios y responsables de eventos para que sigan siempre las recomendaciones de seguridad. Los castillos hinchables deben instalarse en superficies planas, alejados de árboles, estructuras metálicas u otros elementos que puedan suponer un riesgo en caso de desplazamiento.

Además, es esencial contar con personal especializado que supervise constantemente las actividades y asegure el respeto a los límites de aforo, una de las causas más comunes de accidentes evitables, aunque generalmente de menor gravedad.

Asimismo, es clave realizar inspecciones periódicas de los equipos y garantizar que los materiales utilizados sean resistentes y de calidad certificada. Los fabricantes y proveedores tienen la responsabilidad de ofrecer equipos diseñados para soportar las condiciones climáticas más adversas, mientras que los organizadores deben verificar estrictamente estas especificaciones antes de alquilar un castillo hinchable. Solo un enfoque integral, que combine prevención, supervisión activa y cumplimiento de normativas, puede garantizar que estos espacios lúdicos sigan siendo una fuente de diversión segura.

Seamos honestos: en el 99% de los casos nunca ocurre nada y los eventos son seguros. Sin embargo, en ese 1% restante, confluyen factores que pueden provocar problemas, siendo el viento el principal enemigo. La clave en que en ese 1% nunca ocurra nada es estar preparados para los imprevistos. Así conseguiremos el 100% de seguridad de los asistentes a pesar de que un 1% de las veces haya que evacuar los equipos ante adversidades imprevisibles. 

Documentación necesaria para los castillos hinchables

Cuando se organiza un evento con castillos hinchables, el cliente particular, el ayuntamiento o la empresa contratante puede –y, en el caso de eventos públicos, debe– solicitar la documentación técnica y operativa de los equipos.

Esta documentación incluye un ‘Manual de Operación y Mantenimiento’, que detalla los parámetros de durabilidad del equipo, entre los que se encuentran la fuerza máxima del viento que puede soportar, el certificado técnico de ingeniería renovado anualmente, el libro de servicio técnico y, si corresponde, una prueba eléctrica para equipos con ventilador.

La adecuada documentación y las inspecciones periódicas de los hinchables son tan importantes como cumplir con la normativa. Algunos consideran estas exigencias como una formalidad innecesaria, pero los equipos infantiles se desgastan rápidamente y requieren revisiones para garantizar que cumplen con los estándares de seguridad.

Otro problema recurrente en los eventos es la falta de supervisión adecuada. La presencia de personal especializado en la operación de castillos hinchables, toboganes infantiles u otras atracciones contribuye a una respuesta inmediata en caso de imprevistos. Los accidentes más comunes suelen derivarse de un uso inadecuado: niños realizando saltos mortales, lanzándose desde toboganes de forma peligrosa, o realizando acciones que ponen en riesgo su integridad y la de otros. El responsable de la atracción debe vigilar constantemente para mantener el orden.

castillo hinchables con contrapesos

En verano, los toboganes hinchables pueden calentarse mucho, causando quemaduras en los niños que los usan con pantalones cortos. También es mejor evitar colocar los hinchables directamente al sol, aunque esto no siempre sea posible.

Cada tobogán, castillo hinchable u otra atracción debe cumplir con los requisitos mencionados anteriormente. Sin embargo, lo más importante, insistimos, es la protección contra las ráfagas de viento, independientemente de si los equipos están destinados a menores o adultos.

Para ello, es crucial asegurarse de que los hinchables instalados al aire libre cuenten con un sistema de anclaje adecuado. Los enganches a los que se conectan las cuerdas de los hinchables para asegurarlos al suelo se llaman anclajes o puntos de anclaje. En terrenos blandos, se utilizan estacas o piquetas de acero especialmente diseñadas que se clavan o taladran en el suelo para garantizar la estabilidad. En superficies donde no se pueden usar estacas (como cemento o interiores), se emplean contrapesos o lastres, como sacos de arena, bloques de hormigón o depósitos de agua.

Velar por la seguridad de nuestros clientes siempre ha sido la máxima de Abania, y es por ello que hemos logrado los mayores índices de excelencia dentro de nuestro sector. Apostar por Abania es apostar por calidad y, sobre todo, seguridad.